JUVENTUD, EL MONSTRUO QUE DUERME
Creo que es momento de detenernos un
poco y reflexionar sobre cuál es el papel que juega como ciudadanía, la
juventud en nuestra comunidad. ¿Estamos siendo tomados en cuenta realmente por
quienes nos gobiernan? ¿Estamos tomando iniciativas propias, como las y los
jóvenes que somos para incidir en la toma de decisiones o en políticas públicas
que realmente favorezcan al desarrollo de nuestra comunidad?
Veo la acción de algunos cuántos jóvenes
haciendo lo propio, queriendo incidir, a otros tantos buscando la manera de
cómo hacerlo, queriendo organizarse, también por otro lado a quiénes no les
interesa el rumbo ni el futuro de nuestro país; bien no es una tarea fácil. El desconocimiento,
el miedo, la falta de recursos, de espacio, las promesas no cumplidas por
quienes ahora nos gobiernan, entre otras; son piedras que nos encontramos en el día a
día, quiénes hemos trabajado o tenemos algún proyecto de participación
ciudadana, algún proyecto con el que buscamos lograr un cambio en nuestra
comunidad.
Sin embargo es cierto, que la apatía
de quienes nos gobiernan, también influye mucho en la resistencia que ha
adoptado por lo menos la mayor parte de las juventudes en mi estado, en mi
comunidad, en donde vivo. El dejar el tema de juventudes para “luego”; o en
manos de quienes carecen de la experiencia necesaria, no ha permitido la
integración y participación de las juventudes, ni una verdadera agenda de
juventud que favorezca a todas ellas, acorde a verdaderas necesidades y no a las ocurrencias
de a quien se le ha encomendado ésta tarea.
¿Y entonces? Considero que es momento de tejer redes entre
las juventudes, es momento de seguir insistiendo en la idea de ser tomados en
cuenta y convertirnos en verdaderos ciudadanos, y al hablar de verdaderos
ciudadanos, no me refiero a ir a votar en una urna, sino , a invitarlos a que
seamos conscientes de la importancia del poder y el verdadero papel que hoy en
día jugamos en la sociedad como jóvenes, que con nuestros actos logremos el
trillado, pero verdadero bien común.
¿Y cómo? No dejemos la política
únicamente en manos de los políticos, quienes ven en la o el jóven, sólo un porrista en potencia para su
próxima campaña en la búsqueda de otra posición de elección popular. También
dejemos de lado la desinformación en la que hemos caído al pensar que política
se refiere sólo a los partidos políticos; la política la hacemos todos siendo
ciudadanos responsables, seamos más críticos, con pensamientos más
independientes, evitando que de nuestra indiferencia y nuestra desinformación,
el trabajo y el desarrollo de las juventudes siga estando sólo en los bajos
presupuestos que se otorgan, en el espacio para el más joven del equipo de
campaña y en una nómina de agradecimiento para quienes estuvieron ahí “en las
buenas y en las malas”.
Ya lo dije, no es una tarea fácil,
pero comencemos a ocuparnos más de los asuntos públicos, que se dé la
organización de las juventudes, que se vea la participación activa, para
incidir en las políticas públicas, y así; poder ser críticos y exigir. Recordemos que
somos mayoría, somos el monstruo que duerme y hay que despertarlo.
JUVENTUD, EL MONSTRUO QUE DUERME
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El Obturador de NaYARIT
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3:59:00 p.m.
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