Saldate se cae a pedazos, y no halla la puerta

Foto: Global T. V.

Cortitas pero Bonitas

Luis Villegas 

Carlos Sáldate no es muy conocido por su benevolencia por la gente, menos, por ser un pan de Dios, entre los taxistas, aunque no se lo digan de frente; es un tipo nefasto y odiado que se ha hecho como dicen a la malagueña.

Desde ayer, hay quejas de que los colchones que regaló  que el presidente del PRI municipal de Tepic fueron un fiasco, y  hoy lanza una disculpa publica en redes por demás tardía, al ser exhibidos.

No hay mucho que decir, pero cuando se cacaraquea un apoyo, este, debe cuando menos ser de calidad, como la gente lo merece. Que fácil es decir te ayudé, te tomo la foto y te entrego una porquería, entonces donde está el espíritu de servicio de nuestros políticos.

Parece que el hambre de ser alcalde confundió al pulpo transportista, que dé una forma u otra, busca ser popular, y sí lo es, pero en su contra.